By Esteban Carril, Principal, Latin America, Chazey Partners
En estos tiempos sin precedentes, sería raro pensar en una organización de Finanzas que no se encuentre planeando o ejecutando algún tipo de iniciativa transformacional que conduzca hacia la función de Finanzas de la Próxima Generación.
Para afrontar estos grandes cambios, es esencial que los líderes financieros conozcan e interpreten las tendencias globales clave que tendrán un profundo impacto en su estructura organizacional, talento, tecnología y procesos.
El articulo LAS 7 PRINCIPALES TENDENCIAS GLOBALES QUE IMPACTAN EN LA FUNCIÓN FINANCIERA servirá como base para ayudarte a dar forma a tu estrategia y esfuerzos de planeación:
En el entorno actual, los equipos de Finanzas se enfrentan a una enorme presión desde dentro y fuera de la empresa para ser más ágiles con el fin de adaptarse rápidamente a las necesidades y demandas cambiantes. Finanzas debe aumentar su contribución para convertirse en un verdadero socio comercial, aunque también seguir operando bajo presiones sin precedentes para cumplir con las responsabilidades más tradicionales de contabilidad, control y cumplimiento a un menor costo.
Los modelos operativos de Finanzas están evolucionando de un enfoque meramente transaccional a un perfil de generación de valor que requiere desarrollar una organización con mayor orientación al cliente, ágil en términos de soporte y procesos de negocio, adaptable a través de la mejora continua y más eficiente apalancada por la automatización. Se trata de construir procesos punta a punta que quiebren silos organizacionales mediante el fomento de estrategias digitales que fundamentalmente aseguren la construcción de un modelo operativo más resiliente.
El éxito de pasar de “Finanzas como una Función” a “Finanzas como un Servicio” depende de una preparación adecuada en una serie de áreas, incluidos el cliente, la tecnología, los procesos y las personas. Comprender y satisfacer las necesidades de los clientes internos (así como los externos) es un factor crucial y debe basarse en una comprensión orientada al servicio de los requisitos de los clientes.
Este nuevo concepto es, sin lugar dudas, un pensamiento transgresor y divergente. Probablemente en el futuro continuaremos soportando el negocio desde los diferentes “silos funciones” de back office pero para ser el mejor o para estar donde están los mejores precisamos evolucionar y adaptarnos a pensar más como una única oficina (One Office). Será entonces necesario que las funciones de soporte como Finanzas, Recursos Humanos, Tecnología y Abastecimiento hagan parte de un sistema circular alineados con el soporte a la experiencia del cliente en lugar de operar en los tradicionales silos funcionales.
El mundo post-COVID-19 parece aún no quedar tan claro, pero para Finanzas, una cosa es cierta: la manera tradicional y de larga duración de hacer las cosas ha sido cuestionada en la pandemia lo cual demanda muchos cambios, muchos de los cuales pueden incluso llevar a un mejor rendimiento. A medida que el mundo alivia las restricciones, la función de Finanzas probablemente incluirá prácticas operativas que antes se creían totalmente imposibles.
La principal estrategia de los BPOs en los últimos años ha estado mayoritariamente enfocada en tomar procesos bajo lo que conocemos como “lift & shift” operados desde centros ubicados en localidades competitivas por sus costos laborales. Su fortaleza ha estado en saber cómo migrar procesos y operarlos bien pero no tanto en cómo transformarlos.
Con el gran crecimiento de RPA y sus beneficios por arbitraje robótico, la fórmula de generación de beneficios a través de arbitraje laboral de los BPOs hoy no se ve tan atractiva como en el pasado. Existe una tendencia a ver primero cómo podemos hacer que los procesos sean más eficientes a través de RPA, Centro de Servicios Compartidos.
La Cuarta Revolución Industrial que estamos viviendo hoy en día se caracteriza por los avances tecnológicos emergentes en varios campos, como la robótica, la inteligencia artificial, el blockchain, la nanotecnología, la computación cuántica, la biotecnología, el Internet de las cosas, la impresión 3D y los vehículos autónomos.
La nueva economía producto de la Cuarta Revolución Industrial está alterando fundamentalmente nuestra relación con el trabajo. Las actividades profesionales en Finanzas se diseccionan en tareas precisas y proyectos discretos y podríamos terminar en un futuro donde los empleadores anuncien empleos a una nube virtual de aspirantes a trabajadores ubicados en cualquier parte del mundo. Nos enfrentamos a la nueva economía bajo demanda, donde los proveedores de mano de obra ya no serán empleados en el sentido tradicional, sino trabajadores independientes que realizan tareas específicas.
En definitiva, todo esto va a implicar un replanteo de las habilidades y perfiles requeridos, la manera en que estas serán desarrolladas y las estrategias de reclutamiento.
En un mundo de fuertes presiones para obtener información detallada para la toma de decisiones y en un contexto de constante cambio en las condiciones de negocio, la función de Finanzas se ve permanentemente desafiada a hacer más con menos. Esto definitivamente requiere desarrollar y adoptar capacidades digitales que permitan alcanzar niveles de rendimiento de clase mundial.
La automatización inteligente presenta una fabulosa oportunidad para que la función de Finanzas produzca información de valor al negocio más rápido, con mayor calidad y a un menor costo. Lo ideal es, en primer lugar, diseñar la visión futura de los procesos financieros incorporando bots gradualmente en el modelo operativo y así construir confianza a partir de victorias tempranas que permitan conseguir el apoyo de los stakeholders claves tanto a nivel estratégico como operacional.
La digitalización de datos es hoy un objetivo alcanzable para la función financiera debido a una serie de avances tecnológicos. Estos incluyen la disponibilidad generalizada de datos empresariales; la capacidad de los equipos para procesar un gran volumen de datos elaborando información analítica en tiempo real y mejoras significativas en las herramientas y plataformas de conectividad como lo es la computación en la nube.
Resumen
En estos tiempos sin precedentes, sería raro pensar en una organización de Finanzas que no se encuentre planeando o ejecutando algún tipo de iniciativa transformacional que conduzca hacia la función de Finanzas de la Próxima Generación. En este artículo, Esteban Carril nos presenta las 7 principales tendencias que están transformando la Función Financiera. Conviértete en el CFO del futuro. ¡Comienza hoy una evaluación de tu modelo operativo y transforma tu organización en Finanzas de la Nueva Generación!
En el entorno actual, los equipos de Finanzas se enfrentan a una enorme presión desde dentro y fuera de la empresa para ser más ágiles con el fin de adaptarse rápidamente a las necesidades y demandas cambiantes. Finanzas debe aumentar su contribución para convertirse en un verdadero socio comercial, aunque también seguir operando bajo presiones sin precedentes para cumplir con las responsabilidades más tradicionales de contabilidad, control y cumplimiento a un menor costo.
Los modelos operativos de Finanzas están evolucionando de un enfoque meramente transaccional a un perfil de generación de valor que requiere desarrollar una organización con mayor orientación al cliente, ágil en términos de soporte y procesos de negocio, adaptable a través de la mejora continua y más eficiente apalancada por la automatización. Se trata de construir procesos punta a punta que quiebren silos organizacionales mediante el fomento de estrategias digitales que fundamentalmente aseguren la construcción de un modelo operativo más resiliente.
El éxito de pasar de “Finanzas como una Función” a “Finanzas como un Servicio” depende de una preparación adecuada en una serie de áreas, incluidos el cliente, la tecnología, los procesos y las personas. Comprender y satisfacer las necesidades de los clientes internos (así como los externos) es un factor crucial y debe basarse en una comprensión orientada al servicio de los requisitos de los clientes.
Este nuevo concepto es, sin lugar dudas, un pensamiento transgresor y divergente. Probablemente en el futuro continuaremos soportando el negocio desde los diferentes “silos funciones” de back office pero para ser el mejor o para estar donde están los mejores precisamos evolucionar y adaptarnos a pensar más como una única oficina (One Office). Será entonces necesario que las funciones de soporte como Finanzas, Recursos Humanos, Tecnología y Abastecimiento hagan parte de un sistema circular alineados con el soporte a la experiencia del cliente en lugar de operar en los tradicionales silos funcionales.
El mundo post-COVID-19 parece aún no quedar tan claro, pero para Finanzas, una cosa es cierta: la manera tradicional y de larga duración de hacer las cosas ha sido cuestionada en la pandemia lo cual demanda muchos cambios, muchos de los cuales pueden incluso llevar a un mejor rendimiento. A medida que el mundo alivia las restricciones, la función de Finanzas probablemente incluirá prácticas operativas que antes se creían totalmente imposibles.
La principal estrategia de los BPOs en los últimos años ha estado mayoritariamente enfocada en tomar procesos bajo lo que conocemos como “lift & shift” operados desde centros ubicados en localidades competitivas por sus costos laborales. Su fortaleza ha estado en saber cómo migrar procesos y operarlos bien pero no tanto en cómo transformarlos.
Con el gran crecimiento de RPA y sus beneficios por arbitraje robótico, la fórmula de generación de beneficios a través de arbitraje laboral de los BPOs hoy no se ve tan atractiva como en el pasado. Existe una tendencia a ver primero cómo podemos hacer que los procesos sean más eficientes a través de RPA, Centro de Servicios Compartidos.
La Cuarta Revolución Industrial que estamos viviendo hoy en día se caracteriza por los avances tecnológicos emergentes en varios campos, como la robótica, la inteligencia artificial, el blockchain, la nanotecnología, la computación cuántica, la biotecnología, el Internet de las cosas, la impresión 3D y los vehículos autónomos.
La nueva economía producto de la Cuarta Revolución Industrial está alterando fundamentalmente nuestra relación con el trabajo. Las actividades profesionales en Finanzas se diseccionan en tareas precisas y proyectos discretos y podríamos terminar en un futuro donde los empleadores anuncien empleos a una nube virtual de aspirantes a trabajadores ubicados en cualquier parte del mundo. Nos enfrentamos a la nueva economía bajo demanda, donde los proveedores de mano de obra ya no serán empleados en el sentido tradicional, sino trabajadores independientes que realizan tareas específicas.
En definitiva, todo esto va a implicar un replanteo de las habilidades y perfiles requeridos, la manera en que estas serán desarrolladas y las estrategias de reclutamiento.
En un mundo de fuertes presiones para obtener información detallada para la toma de decisiones y en un contexto de constante cambio en las condiciones de negocio, la función de Finanzas se ve permanentemente desafiada a hacer más con menos. Esto definitivamente requiere desarrollar y adoptar capacidades digitales que permitan alcanzar niveles de rendimiento de clase mundial.
La automatización inteligente presenta una fabulosa oportunidad para que la función de Finanzas produzca información de valor al negocio más rápido, con mayor calidad y a un menor costo. Lo ideal es, en primer lugar, diseñar la visión futura de los procesos financieros incorporando bots gradualmente en el modelo operativo y así construir confianza a partir de victorias tempranas que permitan conseguir el apoyo de los stakeholders claves tanto a nivel estratégico como operacional.
La digitalización de datos es hoy un objetivo alcanzable para la función financiera debido a una serie de avances tecnológicos. Estos incluyen la disponibilidad generalizada de datos empresariales; la capacidad de los equipos para procesar un gran volumen de datos elaborando información analítica en tiempo real y mejoras significativas en las herramientas y plataformas de conectividad como lo es la computación en la nube.